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iuristantum

Kiss my elbow

 

 

            Está claro que para Alberto y muchísimos más, esto no va de entender lo que pasa en el mundo, sino de escenificar una profunda indignación moral, de contemplarse a sí mismos en el espejo del “compromiso”. De narcisismo, vamos. A mí este exhibicionismo moral ya sólo me provoca aburrimiento y desprecio.

 

 

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