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Crucifijos y escuelas públicas (II)

 

 

Si no quitan el crucifijo del aula que pongan también una foto de Obi Wan

 

a) 

 

- Yo entiendo que el Tribunal de Estrasburgo considere que un gobierno laico no debe colocar símbolos religiosos en las aulas y solicite su retirada.

- Que la sola presencia de una figurita de plástico o madera vulnere
"la libertad religiosa de los alumnos" y el "derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones" me parece un tanto forzado.

- Ahora bien, el mecanismo por el cual se le hayan podido causar a esta señora daños de tanto valor es cosa que se me escapa. Igual los nenes son fruto de un rollete con el demonio, se les gira la sesera a la vista de un crucifijo y la mujer se deja una pasta en traumatólogos. La noticia, lamentablemente, no lo aclara.

Indemnización.- El Capitán Achab

 

b) 

 

Después de todo, si se puede usar la calle para celebrar públicamente  la victoria una victoria del Barça ¿por qué no se va a poder celebrar la resurrección de Cristo? El ágora, ya se sabe, es todos y por tanto no es de nadie… o al revés, elijan.

Pero la gran confusión está en el uso del término «espacios públicos», como si el término se aplicara de igual forma a la calle y a los espacios institucionales, o como si éstos fueran una prolongación sin más de aquélla. Porque el espacio institucional es público también, pero lo es de una forma muy distinta a como lo son las calles.

En general, el espacio institucional debe ser objeto de un especial cuidado, por lo que en él los procedimientos son especialmente estrictos y reglamentados. Ese cuidado también pasa por mantener la asepsia simbólica. No diré neutralidad, porque no es exacto decir que los símbolos institucionales deban ser neutros. Por ejemplo, nuestras instituciones no tienen por qué ser neutrales a la hora de expresar la defensa de la democracia, o de la libertad de expresión, o del derecho a la propiedad privada. Mucho mejor que decir de las instituciones que deben ser «neutrales» es considerar que éstas deben ser «canónicas». Porque eso es lo que ellas representan: el canon cívico de un país.

Crucifijos, espacio público y espacio institucional.- Filoblog

 

c) 

 

La mayoría de los promotores de esta legislación parecen aceptar que la escuela privada debe quedar al margen, pero aún así su enfoque es tramposo: alegan neutralidad porque respetan la enseñanza religiosa privada pero simultáneamente defienden la casi total nacionalización de la enseñanza. El resultado es el mismo: la imposición de una educación laica a la inmensa mayoría de los alumnos contra la voluntad de muchos padres.

La engañifa de la neutralidad laica.-Albert Esplugas

 

d) 

 

El otro argumento oculto en este debate es el miedo a la secularización, o dicho en términos más claros, el pánico de las iglesias ante la pérdida de sus cuotas tradidionales de mercado y de influencia política. Un miedo típicamente "chestertoniano" o "dostoyevskiano", por cierto, que nada tiene que ver con lo factual.

Las sociedades mas secularizadas del mundo, como ha mostrado recientemente 
Phil Zuckerman, no son más nihilistas que las más religiosas. Por el contrario, todo indica que los entornos cívicos más saludables del mundo son también los más secularizados, entornos en los que ya no es preciso tomarse por la tremenda los dogmas del más allá, donde se practica la tolerancia y se respeta la ciencia. Ni siquiera el Terror moderno se explica por el nihilismo secular, como ha intentado defender de forma tan gratuita Glucksmann: los terroristas (sean religiosos o étnico-culturales) son, al revés, "creyentes verdaderos", dualistas radicales que si se caracterizan por algo es por la dramática resistencia a la secularización.

Esto no significa, por supuesto, que las religiones "lo envenenen todo". 
Tom Rees ha argumentado que las creencias y las instituciones religiosas son remedios relativamente eficaces en particular en sociedades disfuncionales. Cuando hay malestar social, la religión es mejor, pero lo óptimo es resolver el malestar social.

Todos los símbolos religiosos deben ser abolidos del espacio institucional.- La revolución naturalista

 

e)

 

La presencia del Crucifijo en las escuelas no ofende a ningún sentimiento ni aún al de los racionalistas y ateos; y el quitarlo ofende al sentimiento popular hasta el de los que carecen de creencias confesionales. ¿Qué se va a poner donde estaba el tradicional Cristo agonizante? ¿Una hoz y un martillo? ¿Un compás y una escuadra? O ¿qué otro emblema confesional? Porque hay que decirlo claro y de ello tendremos que ocuparnos: la campaña es de origen confesional. Claro que de confesión anticatólica y anticristiana. Porque lo de la neutralidad es una engañifa.

Miguel de Unamuno

 

f)

 

Al final, sólo ocurre una sustitución de símbolos visibles –y por tanto reconocibles e impugnables- por otros invisibles y más difíciles de identificar y combatir.

Velando armas contra los símbolos.-Bartleby

 

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Sinopsis

 

Ricardo:

La democracia es el gobierno de la mayoría, luego en los países en que la mayoría sea católica, lo democrático es efectivamente llenar los espacios públicos de crucifijos, y prohibir cualquier expresión de otros credos.

Eduardo:

Con esa concepción puramente cuantitativa de la democracia, lo mismo nos valdría el nazismo o la dictadura del proleteriado.

 

Albert:

Una pared sin crucifijo invita a no pensar en Dios o en la religión, que es precisamente lo que quieren fomentar unos y evitar otros.

Eduardo:

Tienes razón, Albert, en cuanto ven una pared de un aula sin crufijo, los niños de hoy se ponen a pensar en el silencio de Dios, a sentir angustia existencial, y a pedirle al laico Papa Noel "El espejismo de Dios" de Richard Dawkins.

 

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