Jacques Derrida
Propone el término différance: en el origen no hay identidad, ni un ser pleno, homogéneo; está siempre diferido, repetido.
1. Espaciamiento: producción de intervalos, señala lo otro (fuera de lo mismo) ser diferente.
2. Temporalización: intervalo entre dos, retardar, diferir, aplazar.
Mientras la tradición occidental proclama la anterioridad de la verdad al decir, aceptando un significado trascendental que luego se expresa con diversos significantes, Derrida anuncia la primacía del significante mismo, en tanto el significado ya está siempre en posición de significante. No hay un significado único y exclusivo, una verdad única, hay un texto plural de significados y temas, diseminados, cuyas diferencias engendran el significado. Procede reivindicar el placer del texto, una erótica del texto. Nuestro concepto tradicional de signo y sus oposiciones binarias (significado/significante, inteligible/sensible, lengua/habla, contenido/expresión, etécetera) está montado sobre el privilegio otorgado a la voz y el desprecio subsiguiente dado a la escritura.
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