Xavier Sala i Martin
El igualitarismo es otra obsesión: todos tenemos que cobrar lo mismo. ¡Todos sabemos que el que trabaja más, produce mejor, le irá bien y ganará más! ¿Qué hipocresía es ésta entonces? Sólo lo aceptamos en los sectores de mayor nivel, en el fútbol nadie cuestiona que cobre más Ronaldinho que otro jugador cualquiera, porque si no, se va. ¡Pero igual tendría que irse el médico si no le pagan mejor! Esto indica lo mal que está el país, que nos importa más que el fútbol sea mejor y más competitivo que la sanidad. Así que nuestra sanidad, nuestra ciencia y educación están condenados a jugar en segunda, como al contrario le pasa al fútbol sueco.
.// Comunico que aborrezco las páginas con musiquilla.
1 comentario
Xavier Sala i Martin -
Resulta difícil saber qué tipo de desigualdades son aceptables por la mayoría de los ciudadanos. Por ejemplo, muchos consideran injusto que algunas personas ganen millones y otros ganen bien poco, y piensan que el gobierno debería recaudar dinero de quien más gana para repartirlo entre quienes menos tienen. Ahora bien, estas mismas personas juegan a la lotería. Si se fijan ustedes, la lotería hace precisamente lo contrario: todos pagamos más o menos la misma cantidad de dinero y hacemos que el azar convierta a unos pocos en multimillonarios. Si, una vez finalizado el sorteo, el gobierno cogiera el dinero de quien lo ha ganado para redistribuirlo entre la población, seguro que todo el mundo se quejaría. La razón por la que esto me parece extraño es que yo pienso que las desigualdades que proceden del azar son menos justas que las que proceden del trabajo. ¡Justo al contrario de lo que parece pensar la mayoría de la gente!