La entrelínea
Entonces escribir es el modo de quien tiene la palabra como cebo: la palabra pescando lo que no es palabra. Cuando esa nopalabra -la entrelínea- muerde el cebo, algo ha sido escrito. Una vez que se pesca la entrelínea, sería posible expulsar con alivio la palabra. Pero ahí se detiene la analogía: la no-palabra, al morder el cebo, lo ha incorporado. Lo que salva, entonces, es escribir distraídamente.
-Clarice Lispector
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