Blogia
iuristantum

Javier Gomá

 

 

       Ahora bien, como dijo Hesíodo, «los dioses inmortales han puesto el sudor delante de la excelencia». Por eso, si Federer es la gracia, Nadal es la virtud. La gracia se acepta, la virtud —la excelencia moral conseguida con trabajo— se admira.

La virtud y la gracia (ABC)

 

*

 

    Tantos años afectando un activismo dinámico que en realidad no poseo, aprovecharé mi ancianidad para sentarme a mi sabor, sin reproches. Y cuando trate de imaginarme cómo sería una vida eterna, recordaré la imagen que una vez evocó el olvidado Eugenio D'Ors, quien confiaba verse a sí mismo algún día "sentado en una nube haciendo dulces objeciones al creador", siendo, por supuesto, lo más interesante de esta bienaventuranza la expectativa de permanecer sentado por los siglos de los siglos.

Tú espera sentado (El País)

 

0 comentarios